Esta nota la saque de una revista equis. La encontré notable y en definitiva todos deberíamos leer y aprender de lo que se habla en ella. Del sicólogo Mauricio Sanhueza K. – Terapeuta Experiencial (supongo que vendrá de «experiencia», ja)
Cuando recién nos enamoramos, nuestro mundo se vuelve maravilloso, mágico. Nos preocupamos por demostrarle al otro el amor que sentimos. Podemos descubrir que tenemos dentro un artista, un poeta, un músico o un escritor.
Después de un tiempo ese ser maravilloso, misteriosamente comienza a resultarnos no tan perfecto como creíamos. Nos empiezan a molestar actitudes, gestos, tonos de voz que o veíamos. La sexualidad puede ya no sentirse como antes.
Es aquí donde surge la primera crisis en una pareja: cuando termina la etapa de euforia. La forma de resolverla es la clave para determinar si la pareja puede seguir creciendo y pasar a la otra etapa o no, porque el amor no es suficiente.
En la etapa inicial del enamoramiento, llamada euforia, nuestro cerebro produce ciertos químicos que nos hacen sentir en éxtasis permanente. Sin embargo, con el paso del tiempo, éstos tienden a normalizarse. Después de la etapa de la euforia, simplemente comienzan a hacerse evidentes las diferencias normales entre cualquier ser humano. La siguiente estapa es la DES-ilusión, que no es más que comenzar a ver la realidad, y la realidad es que todos los seres humanos somos distintos. El problema no son las diferencias, sino qué hacemos con ellas. El conflicto es parte inherente, normal y hasta deseable en una relación. Pero muchos hemos aprendido que el conflicto es malo, trae dolor, separaciones, objetos rotos, humillación, abandono. Es decir, el sentimiento que surge espontáneamente ante una diferencia es miedo. Miedo al conflicto. Este miedo nos puede llevar a agradar al otro, a no hablar lo que realmente sentimos o lo que pensamos. Sin querer, podemos mentirnos a nosotros y al otro, sin saber que al hacer esto, el costo será la relación.
Finalmente, la verdad explota. No es posible arrancar de la realidad y ésta tarde o tempranose impondrá. Las parejas que se quedan estancadas en esta fase son las que terminan separándose, ya que su relación se centra en quién tiene la razón, en una lucha de poder, en vez de cocrear la relación que anhelan. Esto no es un tema de racionalidad, sino de reacciones emocionales producto de experiencias traumáticas ante los conflictos. Las parejas que superan la crisis de la DES-ilusión tienen la oportunidad de vivir el amor verdadero, en donde cocrean una relación en vez de esperar que se dé. Una relación de amistad, seguridad, individualidad y,sobre todo, una intimidad emocional, sexual y espiritual. Esta intimidad es mucho mejor, real y permanente que la etapa de euforia. Las relaciones se COCREAN, no se dan solas.
Ay, cuanto hay de cierto en todo esto y yo podría agregar algo tan o más importante que todo lo anterior: la comunicación. Cuantas veces nos ha pasado que asumimos que estamos haciendo las cosas bien y sin embargo estamos equivocados, pero la otra persona no es capaz de hablarlo. En estas cosas siempre hay alguien que sale herido.
Pero la idea es siempre avanzar, no quedarse pegado en el pasado, por eso hay que sacar las enseñanzas que nos dejan cada experiencia.