Feeds:
Entradas
Comentarios

Archive for abril 2009

Cuantas veces deberíamos hacernos esa pregunta…

He llegado a la conclusión que ¡siempre! y en especial en las relaciones de pareja.

Ha veces creemos estar tan bien que nos cegamos a la realidad, a nuestro círculo, a nuestra propia vida y comenzamos a vivir de la disponibilidad, vida y tiempo de otro. Y lo peor es que nos damos cuenta sólo una vez que todo se acaba. Ahí es cuando nos preguntamos ¿qué mierda estuvimos haciendo, preocupándonos más del otro que de nosotros mismos?

Es complicado compatibilizar todo en la vida, por eso es fácil perder el horizonte: saber donde empieza nuestra identidad y acaba la de la otra persona. Y hablo a partir de mi propia experiencia.

De a poco hay que ir drenando todo: mente, cuerpo y corazón, para empezar de cero, a sanar la gran herida que nos deja una separación: cuando creíste que morirías al lado de esa persona, que tu futuro, tu familia y tu hogar estaban construídos con ese individuo. De un día para otro todo eso se va al diablo y te ves solo, desde todas las perspectivas, y sabes que te enteraste de los últimos.

Por eso, y aunque duela, desde el principio, siempre la honestidad por delante. No esperar a que las cosas no tengan arreglo. Y para eso hay que tener cojones, cosa que no todos tienen ¿cierto? sólo unos pocos somos capaces de ir con la verdad por delante y entender que estas cosas son siempre de a dos: yo no soy la única culpable, aunque así lo quieran hacer parecer.

Yo ya estoy en el proceso de asumir realmente que es lo que quiero para mi vida (aunque creo que siempre lo he sabido): yo sí he estado (y estoy) dispuesta a asumir responsabilidades, ha afrontar las tormentas que traigan consigo una decisión mía, quiero alguien que pelee por lo que quiere, alguien que resguarde su vida personal; por el contrario ya no quiero más peso, no quiero estar siempre preocupada por ropa limpia, por comida, porque mi compañero  estará regresando a las 03 de la madrugada ebrio a casa o porque simplemente no sé si llegará a casa. Quiero alguien que me apañe y acompañe, que se la juegue tanto como yo, no quiero otro hijo (con mi niña me basta) Sólo yo sé cuantas penas y problemas pasé.

Aunque me ha costado me doy cuenta de que este tiempo ha sido reparador en mí, porque me libré de un peso que no sé si iba a poder soportar (otra vez no por Dios)

Estoy dando vuelta la página de algo que si bien fue hermoso mientras duró, trajo consigo pesares muy grandes, cosas que nunca jamás quisiera volver a vivir.

Y como alguien bien me dijo por ahí,  Dios me tiene preparado algo mucho mejor, alguien que realmente valore mis fortalezas y más que criticar mis debilidades las entienda, las comprenda y las acepte, porque la vida tiene muchas vueltas, y si ahora estoy abajo, tarde o temprano estaré arriba, otra vez.

Read Full Post »